- Osteoporosis. Aprovechamos el efecto regenerador sobre el tejido óseo.
- Artrosis. Tanto el efecto antiinflamatorio como calmante del dolor es muy eficaz en esta patología degenerativa.
- Artritis. Al igual que en la artrosis la artritis se beneficia de los efectos antiálgicos y antiinflamatorios.
- Neuralgias. La activación del trofismo mejora la regeneración del tejido nervioso.
- Cervicalgia. Se calma el dolor y se consigue disminuir el proceso inflamatorio local.
- Fracturas. Activación de los osteoblastos que contribuyen a aumentar la densidad de tejido óseo y con ello favorecen la consolidación de las fracturas.
- Fibromialgia. La magnetoterapia es un buen aliado contra la fibromialgia ya que permite tratar amplias zonas y los efectos relajantes, antiinflamatorios y activación de la circulación son capaces de mejorar los síntomas del territorio que tratamos.
- Síndrome del túnel carpiano. Como en cualquier síndrome de atrapamiento la magnetoterapia actuará como un eficaz antiinflamatorio local, disminuyendo la presión sobre el tejido y favoreciendo de este modo una rehabilitación más temprana.
- Lumbalgia, dorsalgia, contracturas, tendinitis, etc.